- Evangelizar, sentido y razón de los colegios claretianos
- Participó un nutrido grupo de treinta y un profesores de colegios de la familia claretiana para profundizar en los temas de identidad
Entre los días 18 y 22 de noviembre, tuvo lugar en Colmenar Viejo (Madrid) el séptimo encuentro de Promoción de Identidad Carismática y Espiritualidad. Días de convivencia en los que participaron treinta y un profesores que trabajan en nuestros centros. A lo largo de estas cinco jornadas se pudo concretar el desarrollo en el ámbito educativo de la misión apostólica de claretianos, claretianas y de la institución claretiana, es decir, tres de las ocho ramas de nuestra misma familia que tienen colegios en España. Para ello, se pusieron en común experiencias e impresiones a partir de las diferentes realidades de cada centro, pero siempre desde una mirada común, la de san Antonio María Claret. Pasados unos meses, probablemente en el mes de marzo, habrá un segundo encuentro, prolongación de lo vivido estos días, que tendrá lugar en Barcelona y en el cual se visitarán los lugares más claretianos de la Congregación en Catalunya.
Los contenidos, coordinados por Beatriz Pereiro, rmi y los PP. Josep Sanz y José Manuel Sueiro, cmff, miembros los tres del equipo técnico de la Comisión Interprovincial de Colegios (CIC), han puesto de relieve, en primer lugar, el saberse parte de una familia que convive bajo el paraguas de un mismo carisma. De las prioridades de nuestro Fundador brota una manera de valorar y vivir la misión que se nos encomienda: sensibilidad especial ante determinadas necesidades, preferencias al seleccionar los destinatarios y unos criterios y opciones para dar respuesta.
A la vez, en este encuentro también se hizo hincapié en la formación identitaria con el fin de profundizar en el perfil del educador claretiano, haciendo partícipe a cada cual de su papel como agente evangelizador. El misionero José Manuel Sueiro, se refiere a este aspecto del encuentro como a la “construcción real de nuestras escuelas”. “Hablamos de adquirir una identidad afectiva, que pide sintonía y atracción del carisma; al tiempo, un sentido de pertenencia, vivenciado por el educador que inserta su propio relato existencial en la identidad colectiva claretiana hasta sentirse parte de ella. Así, asume la identidad colectiva claretiana hasta el punto de ser capaz de sentirse parte del nosotros claretiano.”
A lo largo de estos días se dieron ponencias que corrieron a cargo tanto de claretianos –Pedro Sarmiento, Juan Martín Askaiturrieta–, como de laicos –José Mª Martínez Manero, Ana Martínez o Antonio Roura– y que pasaron por temas que van desde la educación en la fe cristiana como principio dinamizador de la vida del Centro, a la acogida de los más desfavorecidos, la atención a la familia, la preparación o el apoyo a los agentes evangelizadores. Se concluyó con una mesa redonda que llevaba por tema la misión educativa, es decir, lo que se pediría a un profesor de la familia claretiana.
Otros momentos especiales han sido la “Ruta claretiana por El Escorial”, guiada por el P. Severiano Blanco, cmf, y que se detuvo en el colegio que el propio P. Claret instituyó, o la tarde de reflexión personal a la que invitó el P. Salvador León, cmf. Especialmente reseñable es la buena convivencia que se dio entre todos los participantes, y que se puso de manifiesto en los momentos de trabajo y puesta en común. Del mismo modo, las valoraciones del cuestionario de sugerencias, subrayaron lo dinámico de las charlas, la buena organización y las ganas de transmitir todo lo vivido.
Una vez clausuradas estas jornadas, en las conversaciones que precedieron la marcha de cada cual a sus quehaceres, se respiraba la certeza de que el ideario claretiano es puerta de entrada y viga maestra de nuestros colegios, ya que a través suya se accede y se sustenta ‘tanto bien’. Aquellas palabras del Fundador han resultado ser una gran verdad fehacientemente comprobada por tantas generaciones de alumnos a lo largo de los años.