INTRODUCCIÓN
CANCIÓN
Ven, Espíritu de Dios (Ain Karem)
VIDEO
LECTURA
Mc 4, 21-25
En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: «¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Les dijo también: «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.»
(2 minutos de silencio)
SALMO 85 [84 ]
Palabra de restauración
Señor, has sido compasivo con tu tierra,
has cambiado la suerte de Jacob;
has perdonado la culpa de tu pueblo,
has enterrado todos sus pecados,
has reprimido tu furor, has apagado el ardor de tu ira.
Restáuranos, Dios salvador nuestro,
calma tu indignación contra nosotros.
¿Vas a estar siempre airado contra nosotros?
¿Va a durar tu ira de generación en generación?
¿No vas a devolvernos la vida,
para que tu pueblo se alegre contigo?
Muéstranos, Señor, tu amor y danos tu salvación.
Voy a escuchar lo que dice el Señor:
el Señor anuncia la paz a su pueblo y a sus fieles,
para que no vuelvan a cometer locuras.
Sí, la salvación está cerca de los que le honran,
la gloria habitará en nuestra tierra;
el amor y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad surge de la tierra,
y la justicia se asoma desde el cielo.
El Señor nos dará también la lluvia,
y nuestra tierra dará su cosecha;
la justicia marchará delante de él,
y la rectitud seguirá sus pasos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN LA PAZ EN EL MUNDO
Señor Jesús, tú guías sabiamente
la historia de tu Iglesia y de las naciones,
escucha ahora nuestra súplica.
Nuestros idiomas se confunden
como antaño en la torre de Babel.
Somos hijos de un mismo Padre que tú nos revelaste
y no sabemos ser hermanos,
el odio siembra más miedo y más muerte.
Danos la paz que promete tu Evangelio,
aquella que el mundo no puede dar.
Enséñanos a construirla como fruto
de la Verdad y de la Justicia.
Escucha la imploración de María Madre
y envíanos tu Espíritu Santo,
para reconciliar en una gran familia
a los corazones y los pueblos.
Venga a nosotros el Reino del Amor,
y confírmanos en la certeza de que tú estás con nosotros hasta el fin de los tiempos. Amén.
ORACIÓN COMPARTIDA
(Tras decir la oración en voz alta, se enciende una vela sobre el altar)
BENDICIÓN
Señor, Dios de paz, que has creado al hombre y a la mujer para hacerles partícipes de tu gloria; te damos gracias y te bendecimos porque nos has enviado a Jesucristo, fuente de toda paz y fraternidad. Abre nuestros corazones a las exigencias de tu amor, de tu perdón y de tu paz, para que con todos los hombres y mujeres de nuestro mundo consigamos implantar tu Reino. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.