La mayor parte del esfuerzo que los equipos directivos emplean en el trabajo de preparación del curso no se ve, pero es mucho. Gracias a su labor arranca septiembre y a lo largo del año escolar se irán desplegando, volviéndose tangibles, diligentes planes y diseños fruto de aquellas reflexiones. Colarse en los claustros y escuchar a los tutores hablando de los sueños para una nueva realidad colegial es oír conceptos que a la mayor parte de los mortales se nos escapan: personalización educativa, adecuación de las metodologías que favorezcan la centralidad del alumno, inclusión en nuestras aulas… ¿Qué querrán decir con todo eso? En el fondo, explican los expertos, “se trata de acciones que nos hablan del cuidado integral de niños y jóvenes”. Es decir, del cuidado emocional, académico y físico.
En este curso continuamos avanzando en este sentido. Tras dos años de restricciones a causa de la pandemia, ahora toca abrirse a los demás. Ha llegado el momento de dejarse cuidar, de dejarse querer. Una realidad que el colegio Claret de Valencia-Benimaclet aterriza para los seis cursos de primaria poniendo en marcha desde este mes de septiembre un proyecto que finalizará en junio, al término del año escolar. “Basándonos en el lema ‘Déjate querer’, que el Equipo de Titularidad propone a los centros educativos claretianos, hemos desarrollado ‘Quiérete’, una iniciativa que involucra a los niños de entre 6 y 12 años”, explican desde el colegio valenciano. Se trata de un conjunto de dinámicas que irán ofreciendo múltiples materiales y actividades para trabajar dentro del aula, pero también fuera de ella a través de excursiones y salidas de grupo. “Recursos que redundarán positivamente en los alumnos, pues permitirán trabajar tanto los sentimientos y las emociones de los niños y niñas, como los fundamentos que sin duda irán dando pie a distintos hábitos saludables relacionados con la nutrición y el ejercicio físico”, completan desde nuestro colegio.
El proyecto ha sido presentado durante la última semana de este mes de septiembre, dando el pistoletazo de salida con una puesta en escena con danzas interpretadas por los mismos alumnos, e incluso con una propuesta para que se inicien en la práctica del yoga y la meditación. En el patio, desde hace días hay ubicado un gran mural sobre el cual los propios alumnos han ido colgando fotografías que transmiten la importancia de la gestión emocional y el cuidado del cuerpo.
