El 12 de octubre de hace setenta y nueve años, exactamente en 1941, la Congregación de los misioneros claretianos inauguró en Gijón el colegio Corazón de María (CODEMA) que hoy sigue siendo una referencia de educación religiosa en esta ciudad asturiana. Eran solo 52 alumnos en Primera Enseñanza y 65 en Segunda Enseñanza, pero parafraseando al Fundador, podríamos decir que aquel día comenzó una gran obra. Las cifras así lo avalan. Hoy cuenta con más de 1600 alumnos, aboga por la modernidad y es garante de la eficacia de los últimos avances pedagógicos.
El CODEMA nació tras un parto de trece años. Los primeros claretianos que llegaron a Gijón lo hicieron en 1922, a una pequeña casa de la actual avenida Schulz. El Padre Claret, evangelizador formidable, comprendió que los colegios podrían ser una puerta única que diera acceso al cultivo de tanto bien, intuición que se viene haciendo realidad en este centro educativo y en cada uno que ocupa lugar dentro de la familia claretiana. Así que en 1928 la comunidad de misioneros inició los trámites para adquirir una parcela adecuada para albergar un centro educativo, y el proyecto se pone oficialmente en marcha en 1930, de la mano del arquitecto cubano Manuel de Busto. Tardó diez años en comenzar a construirse –el advenimiento de la República y los tres años de Guerra Civil hicieron que se retrasase todo–, y apenas diez meses en estar listo para inaugurarse.
Casi ochenta años de vida dan para mucho. El colegio ha crecido físicamente con sendas ampliaciones a mediados de los años sesenta y principios de los ochenta, consistentes a grandes rasgos, en el recrecimiento del edificio original, y la erección de la parroquia del Corazón de María –por cierto, recién remodelada–, además de la creación de un pabellón trasero que hoy alberga el comedor. Pero sobre todo el colegio ha sabido crecer permaneciendo fiel a sí mismo, esto es, sin perder de vista ni un momento al alumno. Él es la razón de todos estos años de historia. Sin aquel valor perfectamente asumido por el CODEMA desde su primerísima hora, hoy el centro no podría explicar las causas que le sitúan a la vanguardia educativa. Pero si algo es claro es que alcanzarla les ha animado a seguir mejorando.
En el CODEMA se ha asentado un enfoque pedagógico innovador desde hace más de una década, pasando del elogio de la memoria al aprendizaje cooperativo, haciendo mayor hincapié en los nuevos conceptos psicológicos como el de las inteligencias múltiples del Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, Howard Gardner. Según éstas, se trabajan tanto los conocimientos como las capacidades de los alumnos, facilitándose así una auténtica atención a la diversidad de cada colegial desde la personalización del aprendizaje. El presupuesto que sirvió de punto de partida para este cambio de paradigma es claro: no se puede enseñar de la misma forma en la que se hacía hace 30, 50 ó 60 años, cuando el mundo era otro. De tal forma, el centro también destaca en la implantación de algunas de las nuevas metodologías de la enseñanza que complementan o reemplazan a las tradicionales: estimulación temprana, proyectos de comprensión, aprendizaje basado en proyectos, aulas interdisciplinares, modelo de clase invertida (flipped classroom), nuevas formas de evaluación, incorporación contextualizada de las tecnologías de la información y de la comunicación…
Además, desde hace un mes, el colegio puede presumir de haber sacado adelante tres nuevos proyectos enmarcados en el programa Erasmus de movilidad, con los que podrá implantar nuevas relaciones de intercambio de alumnos con centros educativos de Irlanda, Finlandia, Francia e Italia. A los tres nuevos proyectos hay que sumar un cuarto que ya se había aprobado el curso pasado –y que seguirá vigente este nuevo año lectivo– y que cuenta con la implicación de otros centros de Bélgica, Francia y República Checa. Así las cosas, el colegio gijonés actúa como coordinador de los cuatro planes y suma al listado su inclusión como «Escuela Embajadora del Parlamento Europeo», un logro conseguido este pasado mes de julio.
(aquí podéis ver tres fotos, una de la noticia que daba cuenta de la inauguración del Colegio, otra del edificio hace 70 años y otra de un aula -antes de la pandemia-)