La inteligencia emocional de los niños desde las primeras etapas de su formación escolar es una de las principales preocupaciones de los profesores del Colegio Claret de Madrid.
Por ello, los maestros y educadores de primaria de nuestros alumnos de 6 años comienzan cada mañana, tras la oración, invitando a los pequeños a expresar sus emociones, a reconocer las suyas y las de los demás. Forman un corro y comienzan con la asamblea. La inteligencia emocional no es innata. Se consigue a través de las vivencias y de las relaciones. Y en dicho Colegio llevan años luchando en pro de una educación integral de la persona, una formación académica, emocional y espiritual, y son múltiples los buenos frutos de su labor. Siguen sembrando, ocupándose de la escucha, de las emociones y de la expresión oral; además, como gran parte de su trabajo lo canalizan a través de actividades lúdicas, refuerzan los lazos amistosos entre compañeros.
Y aunque sus alumnos vayan creciendo, no abandonan esta idea. Antes bien, la cuidan y la adaptan a cada etapa formativa. Durante la adolescencia es especialmente importante reforzar hábitos sociales y emocionales necesarios para el bienestar personal. Cuentan con enormes profesionales en su departamento de orientación que trabajan codo a codo con los tutores de cada clase. Todos han puesto en marcha distintas acciones en la etapa de secundaria y bachillerato, escribiendo anotaciones ‘con buena letra’ y trazando estrategias para llevarlas a la práctica. En este curso que se estrena, como en todos los que nos precedieron, intentarán responder a la confianza que padres y familias han depositado en ellos, en todos los profesionales de la educación que colaboran desde el centro educativo en el sueño de Claret.
¡El curso ya está en marcha!