Como venían haciendo antes de la pandemia, hace un par de fin de semanas nuestro Colegio La Inmaculada de Oviedo (Asturias), retomó la convivencia en el magnífico enclave de la sierra de Miraflores. En él, se reunieron los colegios de las Misioneras Claretianas, con el denominador común de nuestro fundador, Claret.
El encuentro estuvo cargado de emociones, sonrisas, lloros… y algún que otro enfado. Pero lo más importante fue el conocer a otras personas de la misma familia claretiana. Hicieron coreografías, gymkanas, bailes, pulseras, llaveros y un montón de actividades con las que se acercaron un poco más a la historia de nuestro fundador.
Todos los colegios participantes se fueron con la sensación de querer más y de volver el año que viene.