María Coco es una de las más de dos mil madres con hijos matriculados en nuestro Colegio Claret de Segovia, y, en el contexto de las consencuencias para el desarrollo escolar de la pandemia del COVID 19, comenta: “Las familias cada día somos más conscientes de la importancia que a todos los niveles tiene el colegio para los chicos: y el centro, a la vez, responde haciéndose más cercano a nosotros. Las actividades y llamadas grupales ayudan mucho a los niños a sentirse conectados. No podemos olvidar que ellos son igualmente vulnerables al cambio tan tremendo que han experimentado nuestras vidas”. “El primer mensaje que lanzamos y el que queremos seguir llevando todos los días a los hogares es el de tranquilidad, sensibles a la diversidad de situaciones que pueden darse al otro lado de la pantalla de ordenador”, explica el misionero Juan José Raya, al frente del equipo directivo del colegio. “Situaciones tan distintas unas de otras como número de alumnos hay en nuestro centro”, finaliza.
La hora de pasar lista, con esos rostros recién levantados y los pelos duros de colonia, ha pasado ya a ser otra cosa, la que necesariamente dicta el canal de internet. Algo que poco tiene que ver para el alumno, acostumbrado a oír la voz del profesor entre las filas de pupitres. Sin embargo, la labor del docente no se ha visto tan alterada en este sentido: sigue llamando a los alumnos, solo que a una velocidad diferente: a través de las plataformas virtuales como ‘Educamos’ o ‘Teams’; por correo electrónico o incluso por teléfono. Personalizar los conocimientos para cada alumno, en su particularidad y en medio de una crisis como la que padecemos, es lo que marca la diferencia. “Y esto no lo hace nadie que no tenga vocación”, confirma Raya. “Los profesores no han escatimado en medios y en recursos. Sobre todo en horas”. “Cuando se oye como un ruido de fondo eso de que se va a alargar el curso, pienso que no sé de dónde vamos a sacar más de nosotros mismos. Estamos trabajando al doscientos por cien. Y seguiremos haciéndolo”, abunda.
Al trabajo académico que tiene como protagonista la relación alumno-profesor, se añade transversalmente para todas las etapas educativas tanto la labor del Departamento de Orientación, que contribuye enviando periódicamente reflexiones elaboradas por ellos mismos, como también el equipo de pastoral que hace llegar a las familias invitaciones estos momentos y que llevan por título ‘Para acompañar el día’.
Todo esto provoca que la respuesta de las familias sea excelente. “Somos conscientes de lo que valoran el trabajo que estamos haciendo. Casi la totalidad de los alumnos trabajan todas las mañanas, pendientes de los mensajes que los profesores envían”, asegura el director del Claret. Percepción que queda ratificada leyendo cualquier chat de wasap de padres: “El esfuerzo que están haciendo lo profes es titánico”. “La flexibilidad que dan hace que encuentres la manera de compaginar el teletrabajo y las clases de los hijos”. “El cole es genial”
