A pocos días de estrenar las vacaciones de Semana Santa, el Colegio Corazón de María de Zamora se unió al cierre de la agenda cofrade de su ciudad celebrando su tradicional procesión a cargo de los colegios religiosos.
De tal modo, retomando una práctica que se vio interrumpida durante los años de pandemia, desfilaron los más pequeños del centro religioso (por fin, sin mascarilla) ataviados con una sobria túnica negra, caperuzo, medallón y fajín rojo y abrigo de luto en el caso de las niñas, recorriendo los exteriores del recinto del Corazón de María ante la expectación de decenas de padres que acudían a presenciar la jornada. De tal modo, los niños y niñas procesionaron cargando los pasos de Jesús crucificado y la urna, siempre bajo la supervisión de los profesores de Educación Infantil y del padre Benicio, misionero al frente de esta preciosa iniciativa.
Unas deliciosas imágenes que sirvieron de aperitivo para la Semana Santa en formato original, cuando en los siguientes días abril se vivió ya la pasión por todas las calles de la ciudad.