Los centros educativos afrontarán el último tramo del curso, cuando la actividad escolar da la impresión de haberse asentado en los hogares de forma cada vez más definitiva con la ayuda telemática. “No podemos decir que se haya acabado la incertidumbre, pero ahora se percibe más tranquilidad, pues la vuelta al colegio tras el rodaje de estos primeros días ha propiciado que sea todo más sencillo”, explicaba Simón Cortina, director del Colegio Corazón de María de Gijón poco después de las vacaciones de Semana Santa. Aunque a decir de verdad, no solo podemos hablar de estos meses de crisis, como los que delimitan el rodaje, pues el CODEMA –como se conoce a este centro escolar claretiano– lleva años invirtiendo en autonomía y responsabilidad como principios metodológicos. “Hemos aprovechado unos mecanismos que ya teníamos trabajados y ahora es cuando podemos valorar fehacientemente los frutos; y estamos viendo cómo los alumnos responden de manera excelente al esfuerzo que está haciendo su colegio, adaptándose a las circunstancias”, ahonda Cortina.
Pero sin duda esta etapa supone un reto para toda la comunidad educativa, la conformada por equipos directivos, profesores, niños pequeños, adolescentes y padres. “Todos, en cierto sentido, buscamos la estabilidad, y el colegio la procura expresar apoyando a los alumnos”. El primer paso fue cerciorarse de que los mil seiscientos alumnos contaran con posibilidad de conectarse a Internet, “y nos encontramos que salvo contadas excepciones, donde pudimos encontrar rápida solución, el acceso a Internet no fue problema”. El director del colegio y presidente de Escuelas Católicas en Asturias explicó que estabilidad también es lo emocional, y que no solo debiéramos centrarnos en lo académico, “pues el ir al colegio representa para todos una parte importante que sostiene el día a día”. Por ello, la preocupación por los suyos se extendió desde los claustros al Equipo de Orientación, buscando que nadie se quede atrás, “y configurando tareas adaptadas para los alumnos que así lo requerían”, explicó.
El apoyo a las familias también se hace presente buscando el contacto con ellas, llamándolas por teléfono o manteniendo intervenciones por videoconferencias, si fuera necesario. “En varios hogares ya hay suficiente tensión como para que además el colegio tenga que añadir un elemento más de complicación en la convivencia, en un periodo como el que estamos viviendo”. La coordinación entre todos es el reto más grande al que debemos enfrentarnos “y la respuesta de las familias es de sincero agradecimiento, por la flexibilidad que entendemos que debemos ofrecerles”. Por eso, el primer mensaje que se lanzó desde el colegio fue “frente a la preocupación, tranquilidad. El CODEMA va a estar cerca, al lado de ellos. Nos perciben como un soporte importante y vamos a seguir por ellos”.
Por último, respondiendo a la pregunta del aprovechamiento académico de este año, fijando especialmente el foco en los alumnos de Bachillerato, pues son los que con más estrés se enfrentan a esta tercera evaluación, Cortina respondió que “ateniéndose al calendario establecido, de esta forma telemática y con excepcionalidad que estamos viviendo, sí diría que estamos garantizando el acompañamiento necesario que incluya la evaluación satisfactoria del alumnado del presente curso”.