Nuestro Colegio Claret de Madrid se sumó, como cada 30 de enero, a celebrar el Día Escolar de la No-violencia y la Paz para reforzar los sentimientos de tolerancia, solidaridad, concordia y respeto. Un día de un subrayado especial en nuestros calendarios, cuando el mundo entero fija su mirada en los centros educativos y en el trabajo que niños, adolescentes y educadores llevan a cabo día a día para que en sus aulas reine un ambiente que garantice la justicia, construya la paz y luche por superar, en responsabilidad compartida, los acontecimientos más dolorosos.
Este marcado día fue reconocido por primera vez en el año 1964 en España, atribuyendo su nacimiento a la misma fecha en la cual, en 1948, fuera asesinado Mahatma Gandhi, líder espiritual de la India. La historia de nuestro país nos dice que no sería hasta el año 1976 cuando el Ministerio de Educación y Ciencia en España lo reconociera por orden ministerial, y en 1993 por la UNESCO. Así, las escuelas y centros docentes vivimos este día haciendo un alto en el camino, dedicando parte nuestra jornada a reflexionar en la sed de paz que nuestra sociedad tiene.
En el colegio se forjan las generaciones de niños y jóvenes del futuro. La sociedad del mañana depende de la educación del presente y por ello, los alumnos realizaron un gesto que es una declaración de principios: la paz es el camino. Así, coordinados por el misionero Manuel Peñalba, los casi dos mil alumnos del Claret saltaron al patio del colegio a gritar en voz alta que habitamos un mundo con demasiadas experiencias de guerra y violencia. “Queremos manifestar que nosotros soñamos con un planeta en armonía entre las gentes y paz entre los pueblos”, leyeron dos alumnos de bachillerato, representantes de todo el alumnado. En el mismo pronunciamiento, toda la comunidad educativa señaló a una un mismo sueño, “un hermoso día que necesitamos”, y en la voz de sus representantes expresaron que “de nosotros depende que llegue pronto este nuevo día, cuando podamos alzar la vista y contemplemos un mundo nuevo que refleje para todos libertad y solidaridad”.
Y a renglón seguido, toda la comunidad educativa selló esta jornada bailando en coreografía una canción ensayada. En el siguiente vídeo, podréis acercaros a lo que se disfrutó esa mañana allí: